Aquí resumen:

Entre los años 1948 y 1950, la abuela cuenta que era una niña de 8 años y relata una de las escenas más perturbadoras de su infancia. La historia trata de un joven universitario que visitaba a sus amigos de apellido Barquín en Copiapó. Después de enfermarse y fallecer, su amigo se sumió en una profunda depresión. Una noche, decidido a despedirse, fue al cementerio, donde encontró la cripta de su amigo. En un estado de demencia, intentó profanar la tumba y, tras un macabro descubrimiento, arrastró el cadáver de su amigo por las calles de Copiapó, lo que llevó a la intervención de las autoridades.